La mayoría de la gente ha estado a dieta alguna vez en su vida. Recuperar la figura tras las Navidades, las vacaciones estivales o después de un embarazo, es algo de lo más habitual. Sin embargo, contar las calorías que se consumen y enlazar una dieta tras otra puede terminar en obsesión. Descubre qué es la Permarexia, sus causas, síntomas y cómo prevenirla.
La permarexia aparece por el miedo a engordar. La persona afectada se alimenta con dietas demasiado restrictivas, convirtiéndose en ocasiones en el principio de un trastorno alimenticio más severo (anorexia o bulimia). El culto al cuerpo es una realidad que no solo afecta a los más jóvenes, también a adultos psicológicamente vulnerables como a las mujeres embarazadas.
Causas de la permarexia
La permarexia hace que la persona esté continuamente a dieta. Hoy día sentimos una enorme presión por vernos delgados y todos nos encontramos expuestos. Ahora bien, un grupo de personas, especialmente los más vulnerables, desarrollarán esta patología.
La persona no deja de pensar en el bien que le hace adelgazar. En realidad, es la solución a todos sus males. Si estás delgado o delgada tendrás amigos, pareja y conseguirás todo aquello que te propongas. Del mismo modo, aparecen los pensamientos negativos: «como estoy gordo, mis amigos no querrán estar conmigo y los fracasos no dejarán de sucederse».
Cada persona es diferente y es necesario hablar con un terapeuta para saber cuáles son las causas y su solución. Por regla general, el paciente trata de cubrir un problema emocional a través de la obsesión que termina apoderándose de su vida.
Ciertamente hay que tener una predisposición psicológica. No a todo el mundo le afectan los comentarios dañinos de los demás de la misma manera. Que alguien diga cosas como «comes mucho» o «estás gorda», no es motivo suficiente para caer en un trastorno semejante. Lo que hay que tener son las herramientas precisas para saber gestionarlo adecuadamente.
Normalmente, son mujeres jóvenes las que más sufren trastornos de la alimentación y también de permarexia. Este perfil cuenta con una serie de rasgos comunes que sirven para identificar a la persona que padece este tipo de patología alimentaria:
- Insatisfacción con su cuerpo.
- Baja autoestima.
- Conducta obsesiva.
- Ansiedad.
- Inestabilidad emocional.
- Se valora según la opinión de los demás.
Este problema suele presentarse en mujeres adolescentes. Esta etapa es muy intensa y se tiene muy en cuenta la opinión de los demás. Las chicas a esa edad están sobreexpuestas a este tipo de creencias e ideas erróneas y falsas, y los padres deben estar muy pendientes de su comportamiento para detectarlo a tiempo.
En caso de sufrir esta enfermedad y perder mucho peso, se recomienda protegerse con mascarilla y salva orejas.
Cómo detectar la permarexia
La obsesión comienza al contar las calorías de todos los productos que se consumen. Se trata de personas que están siempre a dieta, sin aportar a su cuerpo los nutrientes y vitaminas que necesita para crecer de manera sana.
A pesar de todo, la permarexia no supone un trastorno, al menos no está clasificado como tal. Si bien, está considerado como una conducta inadecuada de una persona cuyo estado de ánimo y autoestima están influidos por el peso y la apariencia.
Para saber si estamos ante un problema similar, es muy importante conocer los síntomas de esta patología. Éstos son las características más destacadas de la permarexia:
- Obsesión con el tema del peso y de las calorías.
- Mirar reiteradamente las etiquetas nutricionales de los productos a adquirir.
- Sufrir vaivenes de peso importantes.
- Rechazo del cuerpo.
- Hacer demasiado ejercicio.
- Reducir peligrosamente la ingesta de calorías.
- Estado de ánimo relacionado directamente con el aumento o pérdida de peso.
- Peso por debajo del normal.
- Consumo recurrente de productos diuréticos y adelgazantes.
- Negación ante el problema.
Cuando una persona cambia de dieta varias veces en un breve trascurso de tiempo, algo raro sucede. Es muy posible que sienta una preocupación excesiva por su peso, que utilice la báscula cada día y que anote las calorías de todo lo que compra. Ese comportamiento no es normal y esconde algún tipo de anomalía u obsesión compleja que puede dar lugar a una alimentación insuficiente o poco saludable.
Cómo prevenir la pregorexia
La pregorexia es similar a la permarexia, solo que afecta a mujeres embarazadas que desean mantener su peso corporal. Para ello no dudan en restringir el número de calorías, aunque luego lo combinen con atracones. De igual forma, practican ejercicio, en algunas ocasiones extremo, lo que resulta peligroso.
Estamos hablando de una enfermedad psiquiátrica y su tratamiento requiere la ayuda de un equipo profesional multidisciplinar: psicólogo, psiquiatra, dietista o nutricionista, obstetra, enfermera, etcétera. Estos especialistas, cada uno en su campo, tienen que guiar a la persona para hallar el mejor camino hacia su recuperación.
En materia de prevención, hay que vigilar a las mujeres embarazadas que alguna vez han sufrido algún trastorno alimenticio. Es muy importante estar pendientes de su comportamiento a la hora de comer y ante cualquier alteración, ponerse en contacto con personal profesional.
Para prevenir este trastorno es prioritario normalizar el horario de todas las comidas y relajar el ambiente para evitar la tensión. La familia debe estar pendiente de la mujer que padece pregorexia, aunque tampoco deben forzarla ni agobiarla, pues su situación podría empeorar. Lo que hay que hacer ver a la persona es que no puede comprometer la salud del bebé por la preocupación de su apariencia futura.
A la hora de prevenir esta patología, lo mejor es mantener una dieta sana, variada y equilibrada con la que poder disfrutar. Si es tan prioritario recuperar la silueta una vez se ha dado luz, resulta conveniente inculcar un comportamiento sano: alimentación rica en vitaminas y proteínas, así como ejercicio físico regular (pilates, yoga, etcétera).