La vitamina K es un tipo de vitamina liposoluble que se genera en los intestinos. Sirve para mejorar la digestión y previene determinadas enfermedades cardiovasculares. Podemos encontrarla en las plantas en forma de vitamina K1, la constituida por bacterias o vitamina K2, y la elaborada de forma sintética y artificial, es decir, la vitamina K3.
La vitamina K es necesaria para la coagulación normal de la sangre al actuar como coenzima en la síntesis hepática de varios factores de coagulación, que son componentes proteicos necesarios para una adecuada coagulación
Es bastante popular por las propiedades coagulantes que posee.
Sin embargo, la vitamina K cuenta con otros beneficios importantes que, a pesar de todo, no son tan conocidos. De esa forma ejerce un papel significativo en la salud cardíaca, pulmonar, hepática, ósea y dental.
Y es que cuando tu cuerpo funciona a las mil maravillas y tu salud es buena, tu organismo estará más preparado para perder esos kilos que le sobran. ¿Quieres saber cómo?
Qué es la Vitamina K
Como ya hemos comentado existen varios tipos de vitamina K, cada uno con funciones variopintas. Es frecuente sufrir carencias con respecto a esta vitamina y es fundamental saber reconocer los síntomas para actuar a tiempo.
La vitamina K es una vitamina liposoluble que precisa de grasa para poder ser absorbida. A pesar de sus muchas ventajas no suele tener el reconocimiento que merece. Estas son las principales:
- Su papel en la coagulación de la sangre es muy importante, pero la vitamina K hará que te mantengas fuerte y muy saludable para estar en forma. De ese modo, podrás llevar una dieta variada y nutritiva y practicar ejercicio físico a diario.
- En primer lugar previene la osteoporosis al incrementar la densidad ósea. La pérdida de hueso que se produce con la enfermedad se ve impedida por esta vitamina, que ayuda a absorber el calcio que tus huesos necesitan para que estén más fuertes.
- Las vitaminas K1 y K2 impiden que las células cancerígenas se expandan. De hecho, se ha comprobado que resultan eficaces a la hora de tratar la leucemia. Además, ayudan en la prevención de cáncer de colon, bucal, nasofaringe y de estómago.
- La vitamina K también es eficaz para la salud cardíaca. Así, la vitamina K2 y la vitamina D impiden que se produzca calcificación arterial, la responsable de muchas enfermedades cardiovasculares.
- También protege el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico, gracias a sus proteínas dependientes. Además, la falta de esta vitamina puede alterar nuestro comportamiento de una manera negativa.
- La vitamina K también evita que aumentemos de peso tras la menopausia. Esta vitamina tiende a activar una proteína que está relacionada con la construcción de los huesos, la osteocalcina. Cuando se libera al torrente sanguíneo funciona como una hormona que equilibra el nivel de azúcar en sangre.
El bajo nivel de estrógeno es lo que impide el desarrollo de esta proteína. Esta circunstancia se da con frecuencia en la menopausia, siendo responsable del aumento de peso. Si el organismo cuenta con buenos niveles de vitamina K se produce la pérdida de peso al eliminar la grasa principalmente abdominal.
La carencia de la vitamina K
No es fácil advertir la deficiencia de esta vitamina. Un primer síntoma pueden ser moretones causados por presiones sin importancia. Estas lesiones pueden convertirse en heridas sangrantes como consecuencia de la coagulación sanguínea, todo ello por la falta de vitamina K1 en nuestro organismo.
La carencia de vitaminas liposolubles puede venir al tener una alimentación con poca grasa. También puede deberse a que la absorción de grasa en el intestino sea deficiente por alguna patología como la fibrosis quística. De igual forma, puede deberse a la ingesta de determinados medicamentos.
Bajos niveles de esta vitamina pueden derivar en enfermedades como la osteoporosis o enfermedades cardiovasculares. También se ha asociado con la artritis, con el correspondiente aumento de riesgo de padecerla.
Es importante que tomes conciencia de lo importante que es la vitamina K para tu organismo. Es necesario añadirla en nuestra alimentación para mantenernos en plena forma y poder adelgazar efectivamente.
Y es que a la hora de obtener un resultado eficaz es necesario contar con una dieta sana y equilibrada y practicar deporte con cierta regularidad. Esta es la única manera de alcanzar tus objetivos y bajar de peso.
Cómo nos ayuda a adelgazar
Algunos estudios demuestran que su consumo es imprescindible para disfrutar de una salud fuerte y sana. Algunas estadísticas demuestran que gran parte de la población mundial se ven a sí mismos con sobrepeso.
Muchas personas siguen regímenes adelgazantes para perder esos kilos que les sobran y utilizan todo tipo de métodos alternativos. Algunos de ellos son muy populares por los resultados que se obtienen, aunque lo mejor es perder peso poco a poco para no recuperarlo después.
Alimentos ricos en vitamina K
Sea como sea, a la hora de obtener nuestra meta, en nuestra dieta debe existir un buen nivel de vitamina K. Lo lógico es incluir alimentos que sean ricos en este nutriente para favorecer la absorción o quema de grasa. De ese modo, se recomienda consumir estos alimentos ricos en vitamina K:
- Hierbas secas y frescas tipo salvia, tomillo y albahaca. Estas hierbas son las que tienen mayor concentración de vitamina K, al igual que el orégano, el cilandro y el perejil.
- Se sabe que el brócoli tiene un alto nivel de vitamina K, siendo también fuente de antioxidantes, fibra y otras vitaminas.
- Las ciruelas pasas son muy altas en zinc, fibra, hierro y vitamina K, siendo muy buenas para el aparato digestivo.
- Las verduras con hojas de un verde oscuro son fuentes de vitamina K y también de calcio: berro, espinacas, remolacha, lechuga, acelgas y col.
- La vitamina K también está presente en ciertos alimentos de origen animal como en la yema de los huevos y en el hígado, donde su nivel es aún mayor.
- La carne, el pescado y los cereales integrales también lo incluyen, aunque en cantidades más pequeñas.
Las dietas adelgazantes normalmente conllevan un recorte calórico importante. Sin embargo, esto no solo puede influir en el peso sino en el metabolismo. Esto puede hacer que los esfuerzos no sirvan para nada y que los resultados solo sean pasajeros.
La importancia de consumir vitaminas
Para obtener efectos óptimos es necesario consumir vitaminas diariamente, una de ellas la vitamina K. Sus muchos beneficios la convierten en un imprescindible más en tu dieta. ¿Quieres saber los motivos?
La vitamina K ayuda a bajar peso
Estos suplementos facilitan la pérdida de esos kilos sobrantes. Algunas dietas no ayudan a que el organismo reciba las vitaminas que necesita y es muy importante reponer la falta de nutrientes.
No hay duda de que la vitamina K promueve la pérdida de peso a través de la absorción de grasa. Las vitaminas estimulan el trabajo de ciertos órganos para facilitar la tarea, como sucede con la glándula tiroides. De hecho, ésta impulsa el metabolismo para quemar calorías y grasas.
Las vitaminas aceleran el metabolismo
Por eso, las personas que no las incluyen en su dieta pueden dañarlo seriamente, bajando de peso con el efecto rebote correspondiente.
Es posible incluso que la persona se encuentre cansada y sin fuerzas para hacer cualquier actividad física. Lo que precisa es energía e incentivar la tasa metabólica. De hecho, la vitamina K hace funcionar el metabolismo del calcio para evitar que los huesos se vuelvan porosos.
Las vitaminas ayudan a controlar el peso
Como ya hemos explicado, la vitamina K regula los niveles de azúcar en la sangre. Esto hace que las grasas dañinas presentes en el cuerpo sean eliminadas, disminuyendo el nivel de colesterol y desarrollando musculatura.
Las vitaminas, por regla general, incrementan la energía para poder llevar una vida sana a base de una alimentación adecuada y ejercicio. Lo que hacen es ayudar a alcanzar los objetivos marcados con el fin de obtener el peso deseado. Así, la vitalidad está en su máximo apogeo y el organismo se encuentra respaldado por todos los nutrientes que necesita.
