Cuando se ha sido diagnosticado con un hígado graso es muy importante controlar la alimentación y aplicar cambios sobre la dieta que se está siguiendo. Existe una serie de alimentos recomendados, y permitidos, para las personas que deben tratarse de este síndrome.
Estos se encuentran en una variedad grupos de alimentos pues aportan diferentes tipos de nutrientes y mejoras a nuestra salud.
- Deben comerse entre 4 y 5 piezas de frutas y verduras al día.
- Aumentar la ingesta diaria de alimentos con altos niveles de fibra, como pueden ser el pan integral, arroz integral y pasta integral.
- Huevos.
- Lácteos descremados.
- Quesos blanco.
- Carnes blancas, pues son bajas en grasa, como el pavo, pollo y pescados.
Deben evitarse todos los azúcares y alimentos procesados e industrializados, evitar bebidas alcohólicas, comidas rápidas y/o congeladas, precocinados, pan blanco, pastelería, quesos altos en grasas saturadas y embutidos.
Qué es el hígado graso
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es, en realidad, un término general para designar una serie de enfermedades hepáticas que afectan a las personas que no beben alcohol, o lo hacen en pequeña cantidad. Es fundamental tratarlo, porque de lo contrario puede llevarte a una posible cirrosis y/o cáncer.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es cada vez más común en todo el mundo, especialmente en las naciones occidentales. En los Estados Unidos, es la forma más común de enfermedad hepática crónica, y afecta a unos 100 millones de personas.
El hígado graso o esteatosis hepática, es una enfermedad generalmente benigna del hígado que se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos y de triglicéridos en las células hepáticas.
¿Qué es la esteatohepatitis?
Si te han detectado grasa en el hígado es conveniente eliminarla, y evitar con ello que evolucione a una esteatohepatitis, (el hígado se inflama y aumenta de tamaño por la acumulación de grasa) y de ahí a una posible cirrosis e insuficiencia hepática.
Este daño es similar al daño causado por el uso excesivo de alcohol. En su forma más grave, la esteatohepatitis no alcohólica puede progresar a la cicatrización y un daño irreversible.
Síntomas del Hígado graso
Aunque no todo el mundo los padece, los síntomas del hígado graso por regla general suelen ser:
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen
- Fatiga crónica
- Sensación de pesadez, en especial después de las comidas
- Lentitud
Causas del Hígado Graso
Esta enfermedad es compleja, aunque los factores que más influyen en su presencia y desarrollo es la obesidad y la diabetes.
Hasta no hace mucho se pensaba que el exceso de grasa en el cuerpo no era más que un exceso de reserva de grasa, se guardaba y ya está. Pero ahora se sabe que esta grasa no es inerte, si no que interactúa con otros tejidos y además que el tejido adiposo es metabólicamente muy activo.
Cuando almacenamos grandes cantidades de grasa ésta se convierte en grasa metabólicamente activa (en realidad inflamada) y da lugar a la producción de muchas hormonas y proteínas que se liberan en la sangre y tienen efectos sobre las células en todo el cuerpo.
Uno de los muchos efectos de estas hormonas y proteínas es promover la resistencia a la insulina en las células. Es decir: La Diabetes.
El Hígado Graso y la Diabetes
La resistencia a la insulina se produce cuando las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, una hormona producida por el páncreas. La insulina es importante, ya que es un promotor de la captación de glucosa (azúcar) de la sangre por las células.
Puesto que el azúcar es una fuente importante de energía para las células, la falta de azúcar comienza a alterar la manera en la que éstas funcionan.
El hígado graso y el colesterol
Además de la liberación de hormonas y proteínas, las células de grasa también comienzan a liberar parte de la grasa tienen en forma de ácidos grasos. Como resultado, hay un aumento en los niveles sanguíneos de ácidos grasos. Esto es importante debido a que grandes cantidades de ciertos tipos de ácidos grasos son tóxicos para las células.
Al mismo tiempo, la capacidad del hígado para disponer o exportar la grasa acumulada se reduce. Pero el propio hígado continúa produciendo grasa por lo que el resultado es que la grasa se acumula en un grado aún mayor.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico se produce en todos los grupos de edad, pero especialmente en las personas de entre 40 y 50 años que están en alto riesgo de padecer enfermedades del corazón debido a los factores de riesgo que hemos visto: la obesidad y la diabetes tipo 2.
El Hígado Graso y el Síndrome Metabólico
Esta enfermedad también está estrechamente relacionada con el síndrome metabólico.
Se trata de un conjunto de anormalidades que incluyen:
- Aumento de la grasa abdominal
- Resistencia a la insulina
- Se añade también una presión arterial alta
- Altos niveles de triglicéridos en sangre